El Tribunal de Apelación de Alberta ha confirmado la necesidad de que los tribunales canadienses protejan a los animales de delitos violentos, afirmando que los animales son seres sintientes que pueden sufrir y que el maltrato animal es un delito de violencia, no simplemente un delito de propiedad. Esta es una victoria legal importante para los animales lograda gracias al trabajo de Animal Justice, una organización nacional canadiense de defensa animal.
Los jueces permitieron que esta organización sin fin de lucro interviniera en el proceso R v Chen donde un hombre se declaró culpable de abusar de su cachorro husky de 10 meses, Cinnamon. Primero fue sentenciado a una prohibición de poseer animales durante 10 años, y a 90 días de cárcel (a cumplir durante los fines de semana), pero en apelación, su pena de prisión fue reemplazada por arresto domiciliario. El caso fue entonces a un tribunal superior, el Tribunal de Apelación de Alberta, y en él, Animal Justice instó a los jueces que se centraran en la elaboración de sentencias que protejan a los animales de daños futuros y proporcionen reparaciones para abordar el abuso que ya ha ocurrido. Esto incluye proporcionar rehabilitación para ayudar a la persona a comprender el impacto de sus acciones, ofrecer reparaciones o recursos para cuidar a un animal herido e imponer una orden de prohibición de por vida para evitar que una persona posea o viva con animales. Los jueces estuvieron de acuerdo con muchas de sus sugerencias.
En la sentencia escrita, los Honorables Jueces Marina Paperny, Jack Watson y Frans Slatter escribieron lo siguiente con respecto al estado de los animales como seres sintientes:
“El tribunal también opinó que, al promulgar el artículo 445.1 del Código Penal, ‘el Parlamento reconoció, y quiso que los tribunales también reconocieran, que la crueldad hacia los animales es incompatible con la sociedad civilizada’: párrafo 42. Estoy de acuerdo en que los animales, seres sintientes que experimentan dolor y sufrimiento, deben ser tratados como víctimas vivas y no como bienes inmuebles. Aplastar a una mascota a través de una ventana no es lo mismo que romper una ventana”.
El Tribunal de Apelación restableció la sentencia de cárcel original del Sr. Chen, enfatizando que los animales deben ser tratados como víctimas vivas, no simplemente como propiedad.
En un blog sobre este veredicto, Animal Justice escribió lo siguiente: “R v Chen tiene importantes implicaciones políticas para futuros casos de crueldad animal. Los tribunales deben considerar los intereses del animal al sentenciar a alguien que ha abusado de ese animal. La sentencia por casos de crueldad animal debe implicar no solo castigo, sino también esfuerzos para proteger a los animales de daños futuros y reparaciones por lesiones ya sufridas, y considerar formas para que los delincuentes reconozcan la gravedad de sus acciones”.