La plaza de toros de la ciudad de Duitama, capital de la provincia de Tundama en el departamento de Boyacá de Colombia, se convertirá ahora en un centro cultural y deportivo donde no se realizarán corridas de toros. También cambiará su nombre, por lo que ya no va a ser nombrada con el nombre de un torero. La plaza de toros de Duitama ya no se llamará César Rincón, un hombre que dedicó su vida a torturar toros por dinero y fama (como todavía hacen todos los toreros profesionales).
David Ortega, alcalde de Duitama, dijo: “Dejamos atrás todo tipo de prácticas relacionadas con la tauromaquia para pasar a generar un escenario relacionado con la cultura, con las economías creativas, con el deporte y con eventos que generen valor en la sociedad duitamense… La plaza de toros va a dejar de ser denominada ‘plaza de toros César Rincón’ para pasar a ser un homenaje a un artista que siempre en esas corridas de toros hacía uso de su trompeta, el maestro Juan Francisco Mancipe”.
Culturama es una organización que gestiona y ejecuta proyectos sobre cultura, educación, investigación e innovación; comunicación para el desarrollo; etnicidad y género; asistencia técnica; fortalecimiento de organizaciones sociales; desarrollo sostenible y cultura democrática. Organizarán eventos en el nuevo sitio. Germán David Vargas, gerente de Culturama, dijo: “Vamos a empezar dentro de un par de semanas, vamos a tener los primeros conciertos, vamos a estar enfocados en artistas locales. Luego viene la Semana Bolivariana, en donde vamos a seguir trayendo distintos eventos como teatro, danza”.
Mateo Agudelo, Concejal del Ayuntamiento, ha señalado: “La plaza de toros va a dejar de ser denominada plaza de toros César Rincón para pasar a ser un homenaje a un artista que siempre en esas corridas de toros hacía uso de su trompeta, el maestro Juan Francisco Mancipe”. Desafortunadamente, el monumento a César Rincón continuará en el sitio como un símbolo de que las prácticas taurinas están en el pasado, según las autoridades. Con suerte, será removido en el futuro, ya que muchas otras estatuas de propietarios de esclavos, racistas u otras personas históricas que no merecen reconocimiento o elogio por sus atrocidades están siendo removidas. Tal vez tendríamos que esperar a que Colombia prohíba por completo las corridas de toros, lo que podría suceder si el actual proyecto de ley para su abolición prospera en el Senado colombiano.