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Los fiscales en el estado alemán de Hesse están investigando si el sacrificio de animales de investigación «excedentes» por parte de universidades locales y otras instituciones constituye un delito. En junio de 2021, los grupos alemanes de derechos de los animales, Doctoress Contra  Experimentos con Animales (DAAE) y la Sociedad Jurídica Alemana para la Ley de Protección Animal (GJSAPL), presentaron múltiples quejas ante los fiscales argumentando que esta matanza viola las estrictas leyes de protección animal del país, que prohíben dañar a los animales sin una causa razonable. Las quejas se dirigen a universidades de Frankfurt, Marburg, Giessen y Darmstadt; institutos Max Planck, con sede en Hesse; el Instituto Paul Ehrlich en Langen; y algunas organizaciones privadas de investigación. La oficina del fiscal general del estado de Frankfurt está coordinando la investigación.

Esta nueva táctica de los grupos por los derechos de los animales se desencadenó en Alemania en 2019 cuando un tribunal superior dictaminó que los vertebrados no pueden ser matados simplemente por razones económicas. Este caso fue sobre polluelos machos, que fueron matados rutinariamente durante la producción de huevos, pero esto dio ideas a las organizaciones de derechos de los animales para extenderlo a los animales de vivisección. Silke Strittmatter, investigadora asociada de DAAE, dijo: “Se sabe desde hace mucho tiempo que los animales se matan en los laboratorios porque no son necesarios”. Shalin Gala, vicepresidente de métodos de laboratorio internacional de PETA, dijo: “La matanza de animales ‘en exceso’ en los laboratorios alemanes es un crimen contra los animales que pagaron con sus vidas, contra los contribuyentes que pagaron por los animales utilizados en experimentos horribles y contra los pacientes que se quedan esperando tratamientos mientras los experimentadores desperdician recursos valiosos estudiando diferentes especies con fisiologías diferentes a las de los humanos”. En los Estados Unidos, el número de animales utilizados para la investigación no se conoce (las estimaciones varían de 10 millones a más de 100 millones anuales), por lo que los laboratorios pueden matar animales «en exceso» sin necesidad de justificar los números a nadie más que al comité de ética interno.

“Originally from Catalonia, but resident in the UK for several decades, Jordi is a vegan zoologist and author, who has been involved in different aspects of animal protection for many years. In addition to scientific research, he has worked mostly as an undercover investigator, animal welfare consultant, and animal protection campaigner. He has been an ethical vegan since 2002, and in 2020 he secured the legal protection of all ethical vegans in Great Britain from discrimination in a landmark employment tribunal case that was discussed all over the world. He is also the author of the book, ‘Ethical Vegan: a personal and political journey to change the world’.