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Después de que videos de una ex empleada del Santuario Tigre Blanco Jaguar Negro en la Ciudad de México supuestamente mostraron grandes felinos desnutridos, las autoridades mexicanas cerraron la instalación. Ahora emprenderán una investigación completa para determinar las necesidades de bienestar de los animales, y es posible que algunos de los animales acaben en zoológicos de la capital mexicana.

El Animal Reader ha informado que la ex empleada dijo que los tigres y leones eran sacrificados si eran demasiado grandes para sus jaulas y a menudo morían debido a la falta de alimentos, agua y atención veterinaria.

La Asociación de Zoológicos, Criadores y Acuarios de México (AZCARM) presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República y una demanda contra el propietario, el empresario Eduardo Serio. AZCARM dijo que el santuario ya no tenía licencia después de que los animales fueron trasladados de la ubicación originalmente aprobada a un espacio más pequeño. Ernesto Zazuata, presidente de AZCARM, dijo: “Queremos que se cierre este lugar. Está operando bajo tierra, protegiendo ilegalmente leones, tigres, jaguares, pumas y monos. Además, los animales son maltratados”. 

Irónicamente, aquellos que representan a la industria del zoológico han sido retratados en esta historia como los “buenos”, indignados por las condiciones de los animales en este supuesto santuario. La realidad es que los propios zoológicos llevan siglos promoviendo la idea de mantener animales salvajes en cautividad, lo que ha provocado la existencia de instalaciones como esta. Cualquiera puede tratar de imitar lo que hacen los zoológicos y llamarse a sí mismos un santuario.  Muchos establecimientos que mantienen animales salvajes en cautiverio, a pesar de su nombre, no  son auténticos santuarios de animales (especialmente si no están dirigidos por veganos), sino zoológicos disfrazados con un giro de relaciones públicas para atraer donaciones. Salvador Padilla,  representante legal de Tigre Blanco Jaguar Negro, dijo que  este no es el caso en sus instalaciones: “Este no es un zoológico, permítanme ser claro al respecto. La gente no venía a visitar animales, sino a ayudar. Muchos animales vienen después de ser incautados y de otras situaciones complicadas, y vienen ya heridos o de alguna manera dañados”.

“Originally from Catalonia, but resident in the UK for several decades, Jordi is a vegan zoologist and author, who has been involved in different aspects of animal protection for many years. In addition to scientific research, he has worked mostly as an undercover investigator, animal welfare consultant, and animal protection campaigner. He has been an ethical vegan since 2002, and in 2020 he secured the legal protection of all ethical vegans in Great Britain from discrimination in a landmark employment tribunal case that was discussed all over the world. He is also the author of the book, ‘Ethical Vegan: a personal and political journey to change the world’.