Las “granjas de sangre” en Uruguay y Argentina se utilizan para extraer gonadotropina sérica de yegua preñada (PMSG), también conocida como gonadotropina coriónica equina (eCG), de caballos para venderla como una hormona de fertilidad utilizada en granjas industriales en otros países. Las organizaciones europeas Animal Welfare Foundation (AWF) y Tierschutzbund Zürich (TSB) visitaron “granjas de sangre” en Argentina y Uruguay donde se producen, e informaron haber visto caballos demacrados, probablemente porque se cree que las yeguas subalimentadas producen mayores cantidades de la hormona. 

Los informes muestran que en Argentina y Uruguay más de 10.000 yeguas son cruelmente maltratadas y explotadas para las industrias cárnicas y lácteas de Europa y otras regiones. Las yeguas se mantienen expuestas a los elementos sin refugio, y algunas tienen heridas y cojeras no tratadas. Debido a que la hormona solo se puede obtener durante el embarazo temprano, los potros son abortados para que las yeguas puedan quedar embarazadas dos veces al año. Cada año alrededor del 30% de las yeguas abandonan el sistema de producción porque mueren en los pastos o son enviadas a mataderos.

Ha habido llamamientos para prohibir el comercio exterior de estas hormonas en Europa, pero en Canadá, ya está aprobada para su uso por granjas industriales que intentan engañar a los cuerpos de las madres cerdas para que tengan camadas más grandes. El 18 de octubre de 2022, el Eurogrupo para los Animales pidió el fin de la producción, el uso y las importaciones de gonadotropina coriónica equina en la UE. Estas hormonas también se utilizan para estimular y sincronizar el celo en las vacas lecheras, para inducir la superovulación, lo que resulta en camadas más grandes, o para inducir la pubertad en las cerdas. 

AWS y TSB han estado investigando granjas de sangre de yegua desde 2015 y la organización canadiense Animal Justice se ha unido a la coalición de organizaciones de bienestar animal para pedir a las autoridades que pongan fin al sufrimiento que causan. 

“Originally from Catalonia, but resident in the UK for several decades, Jordi is a vegan zoologist and author, who has been involved in different aspects of animal protection for many years. In addition to scientific research, he has worked mostly as an undercover investigator, animal welfare consultant, and animal protection campaigner. He has been an ethical vegan since 2002, and in 2020 he secured the legal protection of all ethical vegans in Great Britain from discrimination in a landmark employment tribunal case that was discussed all over the world. He is also the author of the book, ‘Ethical Vegan: a personal and political journey to change the world’.