Los cerdos son uno de los animales más explotados históricamente. La industria cárnica mata a cerca de 1500 millones de cerdos cada año en todo el mundo. Es decir que, cada día, al menos 4 millones de cerdos son asesinados para consumo humano. Esto los convierte en el tercer animal más explotado por comida en el mundo, después de los pollos y los peces.
Pero el problema no es sólo la cantidad a cerdos que pierden la vida sin necesidad alguna; lo peor es el maltrato y abusos que enfrentan estos animales en su corta vida. La mayoría de ellos, pues, viven en confinamiento extremo. Esto provoca que algunos animales intenten practicar canibalismo por el estrés. Por eso, es común que a los bebés les quiten la cola, los dientes y los testículos sin anestesia. A las cerdas que utilizan como ‘reproductoras’, como si se tratase de incubadoras vivas, las mantienen mayormente en jaulas tan pequeñas que no les permiten ni siquiera girar todo su cuerpo e incluso les dificulta ponerse en pie. Lo más común es que ninguno de estos animales reciba atención médica, lo cual provoca que muchos mueran antes de ser asesinados, después de agonizar por alguna enfermedad.
Además de todo esto, hay que tomar en cuenta que la carne de cerdo proviene mayormente de bebés y madres desgastadas. Los cerdos domesticados pueden vivir alrededor de 20 años en buenas condiciones, mientras que la industria cárnica asesina a bebés de tan sólo entre 3 y 6 meses de edad. A las madres explotadas, por otro lado, las matan a sus 2 o 3 años, cuando sus abusadores consideran que su productividad es insuficiente, después de haber sido inseminadas forzadamente una y otra vez durante toda su triste y corta existencia.
Cada 1 de marzo es el Día Nacional del Cerdo en Estados Unidos, pero no debería ser un día de celebración, sino de arrepentimiento. Aunque China es el mayor productor de carne cerdo en el mundo, Estados Unidos no se queda atrás, pues ocupa el tercer lugar con una producción de casi 28 mil millones de libras de carne de cerdo al año. Se calcula que sólo en ese país, casi 130 millones de cerdos mueren cada año para convertirse en alimento; el 98% de ellos se cría en granjas industriales.
Los cerdos son individuos inteligentes, sensibles, sociables y emotivos con personalidades únicas. Lo mínimo que merecen es una vida digna libre de explotación. Es hora de detener esta injusta masacre y dejarlos fuera del menú.