El parlamento de España ha prohibido los eventos de «corridas cómicas» con personas de baja estatura vestidas con disfraces burlándose de los toros, que ha sido un tipo de corrida de toros centenaria caracterizada por ser de naturaleza «humorística». A menudo realizadas como preámbulos de corridas de toros letales, durante mucho tiempo personas de baja estatura en España se han vestido como bomberos o payasos para perseguir toros sin matarlos, pero ahora estos eventos estarán prohibidos, mientras que la tortura y la matanza de los toros por personas más altas seguirán estando permitidas. Este tipo de eventos son similares al uso de payasos de baja estatura en rodeos en los Estados Unidos.
La nueva ley prohíbe “espectáculos o actividades recreativas en los que se use a personas con discapacidad o esta circunstancia para suscitar la burla, la mofa o la irrisión del público de modo contrario al respeto debido a la dignidad humana“.
Jesús Martín, director general del Real Consejo de Discapacidad de España, que asesora al Ministerio de Derechos Sociales que impulsó la prohibición en el parlamento, dijo a The Guardian que “hemos superado la España del pasado. Las personas con enanismo fueron objeto de burla en las plazas públicas de nuestro país, transmitiendo la idea de que está bien reírse de la diferencia, a tantas niñas y niños que van con adultos a ver estas vergonzosas actuaciones”.
Como cualquier abolición de cualquier tipo de corrida de toros es un progreso hacia la abolición de la cruel tauromaquia, las organizaciones de protección animal han acogido con satisfacción esta prohibición, pero hay que subrayar que lo que se ha prohibido no es lo que esos toreros de baja estatura han estado haciendo a los toros (humillándolos, burlándose de ellos y agotándolos para reírse), ya que a las personas más altas todavía se les permitirá hacerlo, tal vez con menos énfasis en una interpretación «cómica» de lo que es esencialmente abuso animal.
Desafortunadamente, los políticos españoles están más preocupados por la percepción de que estas corridas cómicas pueden estar humillando a las personas con discapacidad, que por la realidad de que las personas, con o sin discapacidad, están burlándose y torturando toros en público para entretenerse. El hecho de que los propios toreros de baja estatura protesten contra esta prohibición dice mucho sobre quiénes son las verdaderas víctimas de las corridas de toros y cómo han sido ignoradas.