El Departamento de Educación del Gobierno de Euskadi aun no prevé incluir un menú vegano en los colegios públicos del País Vasco a pesar de la petición de las familias de estudiantes veganos que ha contado con el apoyo de todos los partidos del Parlamento Vasco.
En los comedores de las escuelas públicas vascas hay cinco tipos de menús: el menú basal, el menú sin cerdo, el ovolactovegetariano, el ovolactovegetariano con pescado y los adaptados a dietas con necesidades nutricionales especiales como intolerancias, alergias o dietas para patologías con tratamiento dietético específico. Sin embargo, no existen los menús veganos, lo que ha suscitado las críticas de un grupo de familias que forman parte de la asociación FEUMVE (Familias Unidas por un Menú Vegano Escolar) que exige que se incluyan los menús veganos en los colegios públicos de Euskadi.
Iñigo, un padre de tres menores que estudian en un colegio público de Vitoria, dijo a El Diario, “Nos sentimos discriminados por el Gobierno vasco y por el colegio también, porque tener un menú ovolactovegetariano para nosotros no es ninguna solución ya que consideramos que están atentando contra la ética y la moral de unas familias intentando imponer su forma de pensar…La dirección de nuestro colegio tomó la decisión de discriminarles cuando hay alguna fiesta y hay almuerzo especial, y no les ofrecen nada que no sea de origen animal para ellos. Eso les fastidia bastante porque no entienden, con lo sencillo que es darles algo similar sin animales”. refiriéndose a los administradores de la escuela, el añade, “Echan balones fuera diciendo que el menú vegano no tiene todos los nutrientes necesarios para una buena alimentación, cosa que es totalmente falsa ya que Osakidetza ha sacado una guía diciendo que una alimentación vegetariana o vegana es apta para cualquier etapa de la vida, por supuesto bien planificada, pero como cualquier otra dieta sea vegana o no”.
La guía de Osakidetza es un documento aprobado el marzo de 2022 y realizado por el pediatra del Hospital de Mendaro Pablo Oliver Goicolea, con la colaboración de otros profesionales de la Salud del Hospital de Basurto, la Agencia de Salud Pública de Cataluña e el Departamento de Pediatría del Imperial College NHS Trus Healthcare de Londres.