El 1 de agosto de 2023, Funda Bayrı, una activista de los derechos de los animales de 73 años, fue arrestada en Turquía por compartir imágenes en las redes sociales de personas abusando animales. Bayarı es la presidenta de la Federación de Derechos de los Animales del Egeo, y se enfrenta a un total de tres años y cuatro meses de prisión por los cargos de “obtener o difundir datos personales“.
Su abogado declaró que estaría en prisión durante al menos un mes, incluso si sus objeciones eran aceptadas. El abogado agregó: “Desafortunadamente, las leyes son insuficientes para proteger a los defensores de los derechos de los animales, ya que son insuficientes para proteger a los animales callejeros”.
En 2021, el parlamento turco aprobó una ley histórica que definió a los animales como “seres vivos” y convertió el abuso animal en un delito punible entre seis meses y cuatro años de prisión, pero como las sentencias de menos de dos años generalmente se aplazan en Turquía, la mayoría de los abusadores de animales evitan la cárcel. Es por eso por lo que los activistas de los derechos de los animales los exponen en las redes sociales para advertir al público sobre quiénes son.
En virtud de esa ley, se estableció una pena de prisión de 1 a 5 años para la persona que mate a un animal en peligro de extinción, de 5 a 10 años para la persona que destruya un animal, de 6 meses a 4 años para la persona que mate intencionalmente a un animal, de 6 meses a 3 años y una multa judicial de no menos de 100 días para la persona que agreda sexualmente o viole animales, y de 6 meses a 3 años para cualquier persona que torture o trate cruelmente a un animal. En caso de que los delitos regulados en el artículo se cometan contra más de un animal al mismo tiempo, la pena se incrementará a la mitad.
